TIPOS DE RECLUTAMIENTOS

Reclutamiento forzado

Captación: Se entiende que todo niño, niña o joven es captado cuando es menor de 18 años y se vincula a participar en las acciones de guerra orientadas por un grupo armado irregular, con una motivación política, sean estas de inteligencia, logística o combate y ha sido capturado, se ha entregado voluntariamente o ha sido obligado por el grupo armado irregular.

Formas de ingreso

Voluntario:

Es cuando el menor se ve impulsado a ingresar a grupos armados regulares o irregulares entre otros por exceso de tiempo libre, abandono familiar, moral o físico, por carencias económicas son también facilitadoras de esta dinámica, particularmente en aquellas zonas agobiadas por el conflicto y con esquemas productivos deficientes producto de la guerra.

Sugerido:

Cuando los mismos padres llevan al niño al grupo armado ilegal tal como sucede en la franja de gaza que incorporan a su hijo a los grupos armados.

Por cuotas:

Es aquel por medio del cual una familia tiene que dar al menos uno de sus hijos al grupo armado ilegal, de tratarse de una familia con un solo hijo, pocos hombres o reducidas se han excepcionalmente excepciones a petición de los padres, si bien sus hijos no siempre comparten la voluntad de sus progenitores.

obligatorio:

Al ser el menor coaccionado por mecanismos diferentes al físico.

forzado:

Cuando el niño, la niña o el joven haya ingresado al grupo armado ilegal inicialmente por retención o coerción física.

Causas

La vinculación a los grupos armados que toman parte en las hostilidades se da en la mayoría de los casos por factores de ‘presión’, como la inexistencia de opciones viables para el trabajo y el estudio, la falta de atención estatal a problemas sociales y económicos, la carencia de una política pública clara para la protección de los derechos de la niñez en condiciones de vulnerabilidad y las constantes presiones y amenazas de los grupos armados.
La mayoría de los niños combatientes colombianos se unen a la guerrilla o a los paramilitares por voluntad propia. No les obligan a punta de pistola, ni sus familias los coaccionan o amenazan físicamente.

Sin embargo, es difícil asegurar con firmeza que el resto tomó la decisión libremente. En cambio, ésta parece condicionada por una falta de oportunidades de otro tipo. La mayoría de los niños proceden de entornos terriblemente pobres, donde carecen de cualquier oportunidad de educación, progreso personal o estatus social. La mayoría dejaron de ir a la escuela bastante antes de completar la educación primaria. Muchos fueron abandonados por sus padres o dejados al cuidado de familiares con mayores posibilidades de mantenerlos. Muchos provienen de relaciones inestables o son víctimas de la violencia doméstica o el abuso sexual. De los que trabajaron antes de alistarse, la mayoría tenían trabajos de muy baja categoría y mal pagados, y algunos estaban empleados en el procesamiento de la cocaína, que además de ser ilegal es peligrosa.

Cada niño tiene una historia en cierto modo diferente sobre por qué salió de casa y se unió a la guerrilla o los paramilitares. Existen, sin embargo, denominadores comunes. En casi todos los casos, la decisión fue provocada por una combinación de factores como la pobreza, las privaciones, el subempleo, la escolarización truncada, la falta de afecto y de apoyo familiar, los malos tratos de los padres y la inseguridad. Entre los “factores de llamada” a filas se encuentran las promesas de dinero (habitualmente rotas en el caso de la guerrilla), la idea de una vida más fácil, la sed de aventura, el deseo de tener un arma y un uniforme y la simple curiosidad.

Consecuencias


Individuales

Psicosociales los niños suelen volverse temerosos, cultivan reacciones enérgicas, sienten responsabilidades, tienen muchas experiencias cargadas de tensión, si han sufrido daños personales tienden a volverse obsesivos, temerosos y reservados. Los niños, de cualquier edad, que han sido víctimas o testigos de tortura o de actos de brutalidad arbitrarios suelen tener dificultades para confiar en otras personas, lo que puede afectar su capacidad para establecer vínculos sociales.


En el ordenamiento jurídico colombiano los niños, niñas y adolescentes que son usados en el conflicto armado han sido colocados en un déficit de sociabilidad que les impide motivarse de acuerdo a lo prescrito por el ordenamiento juridico, por el contrario estos sujetos actúan bajo interacciones propias de su entorno que los hace percibir como normal la participación en el conflicto. 
Físicas y educativas
El uso de los niños como soldados los expone a los peligros de la muerte o a ser heridos en combate. Pero la vinculación de niños y niñas a algún grupo armado también los expone a la muerte o a recibir heridas al tratar de escapar, al desobedecer órdenes, o al no tener la capacidad de obrar como se les pide. Todos y todas están expuestos a otras violaciones de sus derechos como la tortura, el abuso y la explotación sexual, la detención prolongada y la separación de sus familias. Se les niega su derecho a la educación y están expuestos a daños en su salud, maltrato, drogadicción y alcoholismo.

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